Sin Contaminación Por Plásticos

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#SinContaminaciónPorPlásticos

El 6 de junio es el día designado por la ONU para concienciar de que de que la protección y la mejora del medio ambiente es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero. 

El tema central de esta celebración en 2018 es Sin Contaminación por plásticos. Y el país anfitrión: la India. Porque se trata de una problemática común en todo el mundo. Afecta a la biodiversidad marina y terrestre, incide en el cambio climático, es un problema en cuanto a la gestión de residuos… y un largo etcétera.

Fotografía de Justin Hofman, Wildlife Photographer of the Year (2017)

Algunas cifras sobre el plástico.

La propia ONU nos da cifras oficiales que nos sirven para contextualizar el problema:

  • 5 billones de bolsas plásticas se utilizan cada año.
  • 13 millones de toneladas de plástico se vierten en el océano
  • 17 millones de barriles de petróleo se destinan a la producción de plástico cada año.
  • 1 millón de botellas de plástico son compradas cada minuto.
  • 000 animales marinos mueren a causa del plástico cada año.
  • 100 años deben pasar para que el plástico se degrade en el medio ambiente.
  • 90% del agua embotellada contiene partículas de plástico.
  • 83% del agua del grifo contiene partículas de plástico.
  • 50% de los plásticos que consumimos son de un solo uso.
  • 10% de todos los desechos generados por el hombre son plásticos.

¡Ahhhh! La verdad es que estos datos son verdaderamente alarmantes. Pero… ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

El origen del plástico.

Los plásticos son polímeros, esto es moléculas de larga cadena compuestas por unidades más sencillas (monómeros). Estas cadenas suelen ser ligeras, resistentes y muy duraderas. De ahí que tengan múltiples aplicaciones. En la naturaleza podemos encontrar polímeros muy comunes, como la celulosa.

John Wesley Hyatt, en 1869, inventó el primer polímero sintético. Estaba participando en el reto ofrecido por una empresa neoyorquina que ofrecía 10.000 dólares a la persona que proporcionase un material sustituto del marfil. Y es que por aquellos años el billar era un juego muy popular en Estados Unidos y cada vez era más difícil obtener marfil natural. Así, que inicialmente, el primer plástico sintético sirvió para salvar la vida de muchos elefantes.

En 1907, Leo Baekeland inventó la baquelita, el primer plástico totalmente sintético, lo que significa que no contenía moléculas encontradas en la naturaleza. Pero no fue hasta la II Guerra Mundial que la industria del plástico (principalmente estadounidense) se comenzó a desarrollar. Descubrimientos de esos años son el nylon, inventado por Wallace Carothers en 1935 como seda sintética, fue utilizado durante la guerra para paracaídas, cuerdas, armaduras, protectores de casco … O el plexiglás, que proporciona una alternativa al vidrio para ventanas de aviones.

Y es que el descubrimiento de la síntesis química del plástico es una de las grandes revoluciones tecnológicas de la historia. El plástico nos ha permitido avanzar como sociedad. Pudimos construir naves espaciales gracias al plástico, aligerar coches aviones gracias al plástico, construir prendas resistentes gracias al plástico, avanzar en mecanismos de telecomunicaciones gracias al plástico… Entonces, ¿por qué hemos pasado de amarlo a odiarlo?

La principal razón se encuentra en el actual ritmo de producción de plásticos en el mundo. En 2015 se han producido 407 millones de toneladas de plástico en la industria. Además, en los últimos 15 años se ha producido todo el plástico de la historia (Geyer, 2017). Si tenemos en cuenta que la ONU nos dice que el 50% de los plásticos son de un solo uso, todo el planeta tiene UN GRAN PROBLEMA. Y es que no somos capaces de gestionar los residuos producidos por el plástico.

Plastiglomerado
Plastiglomerado, nuevo material encontrado en la playa Kamilo (Hawai) en 2014. Imagen de Patricia Corcoran, investigadora de la University of Western Ontario.

¿Qué podemos hacer?

En primer lugar, podemos empezar a tomar conciencia de esta problemática. Y aquí los gobiernos juegan un gran papel. En Noruega han apostado por el sistema de retorno de envases y han logrado recuperar el 97% de las botellas de plástico. Pagas una tasa al adquirir el envase que te devuelven cuando lo depositas en máquinas de recogida. En Francia, han empezado a prohibir el uso de vajillas de plástico de un solo uso. Y en ciudades como París se han instalado fuentes de agua públicas para que sus ciudadanas y ciudadanos llenen sus botellas reutilizables. En Holanda, Bélgica o Alemania ya abundan supermercados libres de plástico. Y en España, pues a nuestro ritmo.

Es cierto que cada vez hay más conciencia al respecto. Cada vez hay más tiendas a granel, personas que se preocupan por reducir el número de envases plásticos en su compra o dicen adiós a las bolsas de un solo uso. Recordemos que a partir del 1 de julio será obligación de todos los establecimientos comerciales cobrar por las bolsas de plástico. Ahí ya notaremos una reducción en su uso, porque nos irá a nuestro bolsillo. La legislación española también indica que a partir de 2020 no se podrán entregar en establecimientos comerciales bolsas de plástico fragmentables.

Así que, para terminar, os dejamos una serie de consejos que son muy fáciles de hacer. ¡¡¡Solamente hace falta ganas!!!

  1. Reduce el consumo de plásticos: utiliza bolsas reutilizables, bebe siempre sin pajita o cámbiate a las de acero inoxidable o de cartón, opta por un cepillo de dientes con cabezal reutilizable o de bambú, coge una botella reutilizable…
  2. Evita los envases plásticos: compra a granel, opta por jabones y champús sólidos, prioriza los productos envasados en cartón, no uses vajillas plásticas…
  3. Recicla correctamente todo el plástico que generes: es muy fácil. Solamente tienes que fijarte si tienen el punto verde y, de ser así, depositarlo en el contenedor amarillo de envases ligeros.
  4. Apoya iniciativas que buscan reducir la contaminación por plásticos: y no sólo apoyando a alguna entidad ecologista. Aquí en Galicia tenemos muchas opciones. Desde empresas que le dan una segunda vida a residuos plásticos dentro del nuevo modelo de economía circular (como los bolsos de Cholita Corme hechos a partir de residuos de redes de pesca), a colectivos como Mar de Fábula que hacen obras de arte a partir de residuos, o a movimientos como Coge3 (Take3 for the sea, a nivel internacional) cuyo objetivo es conseguir que una acto tan sencillo como retirar tres restos de basura de la naturaleza fuera algo que natural, que formase parte de nuestras vidas.
Infografía de Less Plastic

Bibliografía

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