RECONOCIENDO LA CALIDAD, ICONG
La semana pasada tuvimos le placer de participar como ponentes en la cuarta edición de Reconociendo la Calidad del Instituto para la Calidad de las ONGs (ICONG). La persona encargada de dar la charla fue la que escribe este post, Pili. La razón, una reciente publicación que hemos desarrollado para ellos en la que exploramos la Transformación Digital de las ONG.
Aprovechamos para felicitar por su trabajo no solo al ICONG, sino también a las dos entidades premiadas en este reconocimiento: Fundación Aprocor y ONG Autismo Cádiz, dos organizaciones que hacen una labor increíble con personas con diversidad funcional y TEA.
Otra de las grandes alegrías de la jornada fue su ponente estrella, Jaume Gurt, un profesional que llevábamos años deseando conocer. Jaume consigue hablar de felicidad en el trabajo y de que el amor cambia el mundo, siendo Ingeniero en Telecomunicaciones y habiendo sido CEO de multinacionales tecnológicas. En este momento se encuentra creando Global Future of Work Foundation para acompañar a entidades con alma que buscan resultados potentes. Un placer compartir con él el cafecito de descanso y disfrutar de su charla en directo. También agradecer a Nacho Ares su charla sobre los valores a lo largo de la historia, un leonés con el que compartimos reino (de León) durante algún tiempito en la historia ?
Aprovechamos para mencionar una iniciativa que nos encantó que fue el agua “Taiti”. Agua fresca filtrada embotellada en botellas reutilizables que puedes coger gratuitamente y cuando la termines depositarla en un cesto que esta empresa de reciente creación se encarga de recoger, desinfectar y volver a llenar para llevar al siguiente evento. ¡Bra-vo!
Ya, por último, mencionar el precioso cierre que de la mano de Escandar Algeet y Titxu Vélez pudimos disfrutar deleitándonos con poesía y canción de autora, animándonos a echarnos unas estrofas. ¡Geniales!
LA CHARLA: DISTOPÍA, ODS Y CHAMANISMO.
En 17 minutos, Pilar le pegó un repaso a estos tres conceptos que os resumimos por aquí:
Los problemas actuales son tan grandes, pesados, complejos e interconectados que no sabemos ni por dónde empezar. Agotamiento de los recursos naturales, acidificación y contaminación de océanos, suelos y aguas, presión de una población en constante crecimiento, el cambio climático con fenómenos cada vez más virulentos, un mar menor muerto, literalmente, guerras, hambre, pobreza, desigualdad, desempleo, migraciones… Y las cosas van a ir a peor, porque ya estamos viendo los claros signos de cómo la tecnología está destruyendo las relaciones sociales, mientras clama ayudarnos a estar hiperconectados al final no estamos conectados con nadie en lo próximo, lo cercano, lo humano.
Muchas profesoras y profesores universitarios comentan cómo sus alumnos llegan cada vez con una inmadurez mayor, capacidad de cálculo menor y ortografía pésima. La facilidad para saltar de contenidos y escribir y leer textos cortos está resultando en una grave capacidad de concentración y de lectura de textos largos. Nuestras funciones cognitivas también se ven afectadas, teniendo una relación directa con la disminución en la actividad de ciertas áreas cerebrales asociadas a la memoria u orientación en el espacio. Mayor hiperactividad, menores capacidades cognitivas, mayor deterioro cognitivo, menor capacidad de retención…
Existen innumerables pruebas de cómo la manipulación de la información y las fakes news o noticias falsas en los medios y canales de comunicación actuales han ayudado a llegar al poder a Trump, el Brexit en Reino Unido y el auge de la extrema derecha en países como Brasil, Italia y el nuestro propio. No existe control sobre la veracidad, no existe tampoco un pensamiento crítico que sustente contrastar esta información antes de compartirla miles de millones de veces.
Para el año 2030, la Comisión Europea cifra en más de 6 millones de empleos perdidos en España por la automatización, un escenario que duplica nuestra actual tasa de paro. Nos dicen que se destruirán unos empleos, pero que se generarán otros y que los niños y niñas de hoy tendrán empleos que aún no están inventados, pero la realidad es que por cada obrero que sale de una fábrica, no existe ningún otro sector en el que pueda entrar porque el nivel de precariedad laboral del mercado de trabajo en todos los sectores será cada vez más elevado.
España es uno de los países europeos con mayor estrés hídrico, durante ciertas épocas del año la demanda ya supera a la cantidad disponible de agua potable. La cuenca mediterránea es una de las regiones más vulnerables del mundo en cuanto al impacto del calentamiento global. Alternaremos cada vez más problemas de sequía con lluvias torrenciales y devastadoras. El aumento de la temperatura y la acidificación de los océanos está significando la muerte y conversión de ecosistemas con lo que ello implica para la pesca y la alimentación. La contaminación de los suelos, aguas y océanos traerán graves consecuencias para la salud humana.
Con este panorama parece difícil cumplir la agenda 2030, pero lo cierto es que la tecnología también posibilita infinidad de posibilidades. Por ejemplo, una mayor capacidad de conectar y comunicar, posibilitando relaciones, información e ideas. La primavera árabe o el 15M se gestaron y se multiplicaron en las redes sociales así como el conocimiento y concienciación sobre el ELA con el Ice Buket challenge. Más recientemente Greta Thunberg comenzó sentada ella sola en la puerta del parlamento sueco y a día de hoy los Friday for Future son un movimiento a nivel mundial.
El hecho de tener un montón de datos y de información concreta, sirve no solo para controlar, sino también para realizar intervenciones que casi podríamos denominar como acupuntura en esos lugares o situaciones concretas que pueden servir de palanca de cambio. Como la app que han desarrollado unas adolescentes para poder volver más seguras por la noche de fiesta gracias a la geolocalización o hacer llegar a las personas que realmente les importa la información de cómo pueden colaborar de verdad con alguna causa social.
Optimizar los procesos, procedimientos y ser más eficientes en el uso de materias primas o incluso en la reconversión de residuos en insumos, también lo posibilita la tecnología. La posibilidad de acabar con el uso de combustibles fósiles y utilizar fuentes de energía que realmente nos permita minimizar nuestras emisiones de CO2 y mitigar así el cambio climático. Tener una mayor trazabilidad de los alimentos, conocer realmente cómo y en qué condiciones ha sido producida nuestra ropa… son actualizaciones diarias que nos permiten cada vez más crear un mundo más sostenible.
Que se puedan fabricar órganos necesarios para un trasplante en impresora 3D, diseñar implantes que faciliten la vida a personas con alguna discapacidad física o intervenir en remoto desde otro país en el que se encuentra el paciente o que una persona diabética pueda tener una app conectada a su lector de glucosa que automáticamente manda la información a su médico, también forma parte del horizonte que nos dibuja esta transformación.
De hecho, de las 169 metas en las que se articulan los 17 ODS, 103 están directamente influenciadas por la tecnología, tal como afirma el último estudio de Deloitte para el Gesi Digital with purpose. Y, es más, este estudio habla de cómo la tecnología puede ayudar mucho, pero que somos las personas las que tenemos que hacerlo y también enumera a los distintos grupos de interés clave como gobiernos, inversores, empresas, ciudadanía y, por supuesto, las ONGs. Claramente es necesario que el tercer sector sea capaz de entender mejor esta transformación digital para identificar bien cuáles son las problemáticas, pero también para poder ofrecer soluciones más conectadas, complejas y adecuadas a las realidades que nos vamos enfrentando, consiguiendo acuerdos con tecnológicas que permitan aumentar ese tan necesario impacto positivo. Poniendo el foco en las personas, de personas a personas para impulsar a las tecnologías a ser:
- Más inclusivas en su alcance, no permitiendo que se den caso como reconocimientos faciales racistas o softwares de cribado de currículos, con sesgo machista.
- Más ambiciosas en su impacto, que maximicen el beneficio positivo en la triple perspectiva económica, social y medioambiental.
- Más responsables en su práctica con todos sus grupos de interés y con su gestión de riesgos.
Para cumplir con la Agenda 2030 y que las tecnologías digitales desplieguen verdaderamente su potencial transformador, tiene que haber una fundamental comprensión diferente y sistémica del impacto de tecnología digital. El tercer sector necesita actualizarse y digitalizarse para poder comprender los impactos positivos y negativos de estas tecnologías para que trabajando junto con el sector TIC puedan acelerar los beneficios y limitar el desventajas.
Otto Scharmer, fundador de la Teoría U, dice que tenemos que pasar de un EGOSISTEMA a un ECOSISTEMA y que para que esto ocurra, necesitamos reconectar con nosotras mismas primero, después con el resto de personas y después con el planeta en el que habitamos. Y nosotras decimos que solo si existe desarrollo personal, puede darse el desarrollo comunitario y solo si existe el desarrollo comunitario puede darse el desarrollo sostenible. Y aquí es donde entra el chamanismo de alguna manera. Necesitamos convertirnos un poco en neochamanes y neochamanas contemporáneas, traer la sanación al planeta desde nuestra sanación personal y la de nuestra comunidad.
Nos enfrentamos a gigantes, pero debemos ser conscientes de que el lado al que finalmente se inclinará la balanza también tiene mucho que ver con cómo las entidades del tercer sector, las empresas sociales y la sociedad civil seamos capaces de adaptarnos a esta transformación y adelantarnos a los cambios con conciencia crítica y proactiva, siendo actores y actrices principales, construyendo el futuro en el que queremos vivir y no meros espectadores o, peor aún, víctimas, de esta realidad.
